Mamá, ¿me podés escuchar? Haceme una seña con la cabeza si me podés escuchar. Me dijeron que te despertaste recién y me dejaron entrar un ratito a verte. No podés hablar, no trates de hablar. Contestame con la cabeza. ¿Te sentís bien? Bueno, me alegro mamá. Yo estaba muy preocupada, pero me alegro de poder verte un ratito. ¿Sabés?, en estos últimos días que estuviste así me apareció una pregunta que nunca te hice y te la quiero hacer. No para que me respondas ahora, pero para cuando te sientas mejor y podamos hablar. Además hay algo que tampoco te dije nunca y quiero que lo sepas, también para que podamos charlar después. Tranquila, mamá. Vos escuchame nada más. Te tengo que decir algo. Yo me acuerdo de Julia, ¿sabés? Nunca más hablamos de ella, como si nunca hubiera existido, pero yo me acuerdo. Tranquila, mamá, está todo bien. Te entiendo, no podías hacer otra cosa. Me acuerdo que jugábamos y siempre terminábamos peleadas, pero nos gustaba mirarnos al espejo, porque éramos igualitas. Éramos mellizas, ¿no, mamá? ¡Ay, mamá no te pongas mal! No te voy a reprochar nada. Quiero nada más que podamos hablar de esto cuando te mejores. No podemos seguir siempre como si nada hubiera pasado. No es bueno para vos y tampoco para mí. Sé que tuviste una vida difícil, muy dura, siempre vos sola para todo. Me acuerdo de esa época cuando venían esos hombres a casa. Vos nos mandabas a jugar un rato a la piecita y cerrabas la puerta. Después cuando fui más grande, mamá, me di cuenta de quiénes eran y a qué venían. Nunca hablamos de eso, nunca te lo dije, no sé si por vergüenza o por respeto, pero después lo supe. ¡Ay, mamá! No llores. Te estoy hablando con amor. Yo te quiero mucho. Estuve todos estos días pendiente de vos. Y también ansiosa por hablar con vos de una vez por todas. Sé que éste no es el momento, pero al menos quiero que me escuches. Quiero que sepas que yo sé, que siempre supe. Que me acuerdo de esa señora que vino un día y se quedaron mucho rato hablando. Nos dijiste a Julia y a mí que nos diéramos un beso, que Julia iba a salir con esa señora a hacer un viaje, que iba a volver pronto. Que después iba a ir yo también, me dijiste. Me acuerdo de verte llorar y abrazarla a Julia. Yo me puse triste porque vos estabas triste y lloré también. Pero no te creí, ¿sabés? Yo supe, así sin saber, supe. Con Julia nos hicimos chau con la mano. Teníamos 3 años. Mamá, mirame por favor. Cuando salgas de acá quiero que me digas quién era esa señora. Dónde está. Porque Julia se debe acordar de mí como yo me acuerdo de ella. Quiero encontrarla y volver a darle un beso como aquel día. Mamá, abrí los ojos. Mamá, no te vayas. Quedate por favor. ¡Mamá, no te vayas! ¡Mamá, no me hagas esto!
¡Enfermera!
Espectacular!! Me fundí tanto con la narrativa que sentí todas las emociones y ahora me pregunto dónde está mi hermana Julia jajaja
Uufff! Doloroso y bello a partes iguales ✨